Somos una fonda que en 1996 abrió sus puertas para iniciar una aventura gastronómica en la colonia Portales Sur, aprovechando la locura propia de un mes de febrero poblado de buenos y nuevos aires.

Nuestra primera misión fue ofrecer platillos enraizados en la “tradición del porvenir”, mediante el rescate intensivo de las recetas familiares -sobre todo las de mamá-, como el risotto de huitlacoche y queso de cabra, el ceviche de atún fresco, el salmón con salsa de xoconostle y mezcal o el confit de pato con salsa de mango y chipotle, sin olvidar platos tan conocidos como el cerdo con verdolagas, los chiles en nogada (en la temporada), el arroz con huevo o la afamada sopa de fideos con un toque de cilantro, terminando con los pasteles de la Tía, que se han con- vertido en una adictiva tradición.

Sabedores de que la humanidad está sedienta, hemos sido pioneros en ofrecer una amplia selección de cervezas de importación europea y micro-cervecerías mexicanas, que hacen el maridaje perfecto para los platillos que ofrecemos día con día. Y como no sólo de pan vive el hombre, pensamos en alimentar otros sentidos abriendo espacios a la “Cultura” y a la “cultura”.

En el principio hubo de todo: como locos, programamos exposiciones de fotografía y pintura, así como presen- taciones de teatro, poesía y conciertos de distintos géneros musicales, aunque en el fondo de nuestro ser sabíamos que el jazz era nuestro faro y seña de identidad.

Quince años avalan nuestro compromiso con el jazz, presentando cada semana de forma ininterrumpida a los más importantes jazzistas mexicanos y extranjeros en un ambiente intimo y acogedor.